Misterios Dolorosos-Martes y Viernes

Padre bueno y misericordioso:
Te pedimos por las intenciones del Santo Padre
Por las personas que solicitan nuestra oración
Por las necesidades e intenciones de aquellos que nos acercamos con fé, con esperanza y caridad a solicitar tu auxilio o a agradecerte.
Por los cristianos perseguidos en el mundo
Por nuestras familias, nuestros familiares.
Por los enfermos, por los que están en recuperación.
Por la unión entre hermanos.
Por la unión en las familias.
Por los matrimonios.
Por el Santo Padre.
Por los sacerdotes y religiosas.
Por la unión en las comunidades cristianas.
Por las benditas ánimas del Santo Purgatorio.
Por los bebés adoptados espiritualmente
Por nuestros enemigos
Te lo pedimos por los méritos de Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.


Escuchar los misterios dolorosos:
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http://www.podcast.catholic.net/regnum/liturgia/dolorosos.mp3
http://www.santisimorosario.santisimavirgen.com.ar/audios_rosario/misterios_gozosos.mp3




MISTERIOS DOLOROSOS-MARTES Y VIERNES


Ave María Purísima

V. Ave María Purísima.
R. Sin pecado concebida.

Por la señal de la Santa Cruz
V. Por la señal de la Santa Cruz,
R. De nuestros enemigos libranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Acto de contrición

Señor mio Jesucristo, Dios y hombre verdadero, me pesa de todo corazón de haber pecado, porque he merecido el infierno y he perdido el cielo, pero sobre todo porque te ofendí a ti, que eres bondad infinita, a quien amo sobre todas las cosas. Propongo firmemente, con tu gracia, enmendar y evitar las ocasiones próximas de pecado, confesarme y cumplir la penitencia. Confío en que me perdonarás, por tu infinita misericordia. Amén

Señor, Abre Mis Labios
V. Señor, abre mis labios.
R. Y mi boca pronunciará tu alabanza.

V. Ven, oh Dios, en mi ayuda.
R. Apresúrate, Señor, a socorrerme

La Gloria (Gloria al Padre)
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

PRIMER MISTERIO DOLOROSO (MARTES-VIERNES)
La oración de Nuestro Señor en el huerto.

 
Virtud: Arrepentimiento.
Dulce Nombre: Jesús en su agonía.
Lectura, San Lucas 22: 39-46
Luego Jesús salió y, según su costumbre, se fue al Monte de los Olivos; y los discípulos lo siguieron. Al llegar al lugar, les dijo: "Oren, para que no caigan en tentación." Se alejó de ellos como a la distancia de un tiro de piedra, y se puso de rodillas para orar. Dijo: "Padre, si quieres, líbrame de este trago amargo; pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya." [En esto se le apareció un ángel del cielo, para darle fuerzas. En medio de su gran sufrimiento, Jesús oraba aún más intensamente, y el sudor le caía a tierra como grandes gotas de sangre.] Cuando se levantó de la oración, fue a donde estaban los discípulos, y los encontró dormidos, vencidos por la tristeza. Les dijo: "¿Por qué están durmiendo? Levántense y oren, para que no caigan en tentación."

PADRE NUESTRO
Padre nuestro que estás en el cielo, Santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino hágase, Señor tu voluntad, así en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en tentación. Líbranos del mal. Amén.

AVE MARIA
Dios te salve, María llena eres de gracia el Señor es contigo, Bendita eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María madre de Dios. Ruega señora por nosotros los pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
(10 veces)

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.

María Madre de gracia, Madre de Misericordia.
En la vida y en la muerte, ampáranos gran Señora.
o
¡Oh, Jesús mío! Perdona nuestros pecados, presérvanos del fuego del infierno. Lleva al cielo a todas las almas especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.
0
(Si es por algún difunto)
Dale, Señor el descanso eterno
R- Y brille para él (ella) la luz perpetua
Descanse en paz
R-Así sea.

SEGUNDO MISTERIO DOLOROSO (Martes y Viernes)
La flagelación de Nuestro Señor atado a la columna.

 
Virtud: Pureza.
Dulce Nombre: Jesús azotado.
Lectura, San Marcos 15: 6-15
Durante la fiesta, Pilato dejaba libre un preso, el que la gente pidiera. Un hombre llamado Barrabás estaba entonces en la cárcel, junto con otros que habían cometido un asesinato en una rebelión. La gente llegó, pues, y empezó a pedirle a Pilato que hiciera como tenía por costumbre. Pilato les contestó: "¿Quieren ustedes que les ponga en libertad al Rey de los judíos?" Porque se daba cuenta que los jefes de los sacerdotes lo habían entregado por envidia. Pero los jefes de los sacerdotes alborotaron a la gente, para que pidieran que les dejara libre a Barrabás. Pilato les pregunto: "¿Y qué quieren que haga con el que ustedes llaman el Rey de los judíos? Ellos contestaron a gritos, "¡Crucifícalo!" Pilato les dijo: "Pues ¿qué mal ha hecho?" Pero ellos volvieron a gritar, "¡Crucifícalo!" Entonces Pilato, como quería quedar bien con la gente, dejó libre a Barrabás; y después de mandar que azotaran a Jesús, lo entregó para que lo crucificaran.

PADRE NUESTRO
Padre nuestro que estás en el cielo, Santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino hágase, Señor tu voluntad, así en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en tentación. Líbranos del mal. Amén.

AVE MARIA
Dios te salve, María llena eres de gracia el Señor es contigo, Bendita eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María madre de Dios. Ruega señora por nosotros los pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
(10 veces)

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.

María Madre de gracia, Madre de Misericordia.
En la vida y en la muerte, ampáranos gran Señora.
o
¡Oh, Jesús mío! Perdona nuestros pecados, presérvanos del fuego del infierno. Lleva al cielo a todas las almas especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.
0
(Si es por algún difunto)
Dale, Señor el descanso eterno
R- Y brille para él (ella) la luz perpetua
Descanse en paz
R-Así sea.

TERCER MISTERIO DOLOROSO (MARTES Y VIERNES) 
La coronación de espinas de Nuestro Señor.

 
Virtud: Valentía.
Dulce Nombre: Jesús coronado de espinas.
Lectura, San Juan 19: 1-8
Pilato tomó entonces a Jesús y mandó azotarlo. Los soldados trenzaron una corona de espinas, la pusieron en la cabeza de Jesús y lo vistieron con una capa de color rojo oscuro. Luego se acercaron a él, diciendo, "¡Viva el Rey de los judíos!" Y le pegaban en la cara. Pilato volvió a salir, y les dijo: "Miren, aquí lo traigo, para que se den cuenta de que no encuentro en él ningún delito." Salió, pues, Jesús, con la corona de espinas en la cabeza y vestido de aquella capa de color rojo oscuro. Pilato dijo, "¡Ahí tienen a este hombre!" Cuando lo vieron los jefes de los sacerdotes y los guardianes del templo, comenzaron a gritar: "¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!" Pilato les dijo: "Pues llévenselo y crucifíquenlo ustedes, porque yo no encuentro ningún delito en él." Las autoridades judías le contestaron, "Nosotros tenemos una ley, y según nuestra ley debe morir, porque se ha hecho pasar por Hijo de Dios." Al oír esto, Pilato tuvo más miedo todavía.

PADRE NUESTRO
Padre nuestro que estás en el cielo, Santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino hágase, Señor tu voluntad, así en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en tentación. Líbranos del mal. Amén.

AVE MARIA
Dios te salve, María llena eres de gracia el Señor es contigo, Bendita eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María madre de Dios. Ruega señora por nosotros los pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
(10 veces)

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.

María Madre de gracia, Madre de Misericordia.
En la vida y en la muerte, ampáranos gran Señora.
o
¡Oh, Jesús mío! Perdona nuestros pecados, presérvanos del fuego del infierno. Lleva al cielo a todas las almas especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.
0
(Si es por algún difunto)
Dale, Señor el descanso eterno
R- Y brille para él (ella) la luz perpetua
Descanse en paz
R-Así sea.

CUARTO MISTERIO DOLOROSO (MARTES Y VIERNES) 
Nuestro Señor con la cruz a cuestas

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Virtud: Paciencia.
Dulce Nombre: Jesús con la cruz a cuestas.
Lectura, San Juan 19: 16-22
Entonces Pilato les entregó a Jesús para que lo crucificaran, y ellos se lo llevaron. Jesús salió llevando su cruz, para ir al llamado "Lugar de la Calavera" (que en hebreo se llama Gólgota). Allí lo crucificaron, y con él a otros dos, uno a cada lado, quedando Jesús en el medio. Pilato escribió un letrero que decía: "Jesús de Nazaret, Rey de los judíos", y lo mandó poner sobre la cruz. Muchos judíos leyeron aquel letrero, porque el lugar donde crucificaron a Jesús estaba cerca de la ciudad, y el letrero estaba escrito en hebreo, latín y griego. Por eso, los jefes de los sacerdotes judíos dijeron a Pilato, "No escribas 'Rey de los judíos', sino escribe, 'El que dice ser Rey de los judíos'." Pero Pilato les dijo, "Lo que he escrito, escrito lo dejo."

PADRE NUESTRO
Padre nuestro que estás en el cielo, Santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino hágase, Señor tu voluntad, así en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en tentación. Líbranos del mal. Amén.

AVE MARIA
Dios te salve, María llena eres de gracia el Señor es contigo, Bendita eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María madre de Dios. Ruega señora por nosotros los pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
(10 veces)

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.

María Madre de gracia, Madre de Misericordia.
En la vida y en la muerte, ampáranos gran Señora.
o
¡Oh, Jesús mío! Perdona nuestros pecados, presérvanos del fuego del infierno. Lleva al cielo a todas las almas especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.
0
(Si es por algún difunto)
Dale, Señor el descanso eterno
R- Y brille para él (ella) la luz perpetua
Descanse en paz
R-Así sea.

QUINTO MISTERIO DOLOROSO (MARTES Y VIERNES)
La Crucifixión y muerte de Nuestro Señor



Virtud: Abnegación.
Dulce Nombre: Jesús crucificado
Lectura, San Juan 19: 25-30
Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, y la hermana de su madre, María, esposa de C1eofás, y María Magdalena. Cuando Jesús vio a su madre, y junto a ella al discípulo a quien él quería mucho, dijo a su madre, "Mujer, ahí tienes a tu hijo." Luego le dijo al discípulo, "Ahí tienes a tu madre." Desde entonces, ese discípulo la recibió en su casa.

Después de esto, como Jesús sabía que ya todo se había cumplido, y para que se cumpliera la Escritura, dijo: "Tengo sed." Había allí un jarro lleno de vino agrio. Empaparon una esponja en el vino, la ataron a una rama de hisopo y se la acercaron a la boca. Jesús bebió el vino agrio, y dijo: "Todo está cumplido." Luego inclinó la cabeza y entregó el espíritu.

PADRE NUESTRO
Padre nuestro que estás en el cielo, Santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino hágase, Señor tu voluntad, así en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en tentación. Líbranos del mal. Amén.

AVE MARIA
Dios te salve, María llena eres de gracia el Señor es contigo, Bendita eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María madre de Dios. Ruega señora por nosotros los pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
(10 veces)

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.

María Madre de gracia, Madre de Misericordia.
En la vida y en la muerte, ampáranos gran Señora.
o
¡Oh, Jesús mío! Perdona nuestros pecados, presérvanos del fuego del infierno. Lleva al cielo a todas las almas especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.
0
(Si es por algún difunto)
Dale, Señor el descanso eterno
R- Y brille para él (ella) la luz perpetua
Descanse en paz
R-Así sea.

PADRE NUESTRO-AVE MARIA-GLORIA Por las intenciones del Santo Padre.

ORACIONES FINALES
Dios te salve, María Santísima, Hija de Dios Padre, Virgen Purísima y Castísima antes del parto: en tus manos encomiendo mi fe, para que la ilumines. Llena eres de Gracia, el Señor es...

Santa María, Madre de Dios...

Dios te salve, María Santísima, Madre de Dios Hijo, Virgen Purísima y Castísima en el parto: en tus manos encomiendo mi esperanza, para que la alientes. Llena eres de Gracia, el Señor es...

Santa María, Madre de Dios...

Dios te salve, María Santísima, esposa del Espíritu Santo, Virgen Purísima y Castísima después del parto: en tus manos encomiendo mi caridad, para que la inflames. Llena eres de Gracia, el Señor es...

Santa María, Madre de Dios...

Dios te salve, María, templo, trono y sagrario de la Santísima Trinidad, Virgen concebida sin la culpa original, Dios te salve...

Reina y Madre de Misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amen.

Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos siempre de todos los peligros, oh Virgen gloriosa y bendita. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.

Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Oh Dios, cuyo unigénito Hijo, con su vida, muerte y resurrección, nos alcanzó el premio de la vida eterna: concédenos, a los que recordamos estos misterios del Santo Rosario, imitar lo que contienen y alcanzar lo que prometen. Por el mismo Jesucristo, Nuestro Señor.
Amén